Alta tecnología para cortar tartas

Se acabó eso de cortar las tartas con el cuchillo de las tartas. Ahora existe un invento de la más alta tecnología que consiste, básicamente, en ponerle un cohete a la tarta. A mí el resultado no me acaba de convencer y la pinta de la tarta, que tira un poco para atrás, tampoco ayuda.

Nuevo invento antiarrugas

Esto no es lo que parece aunque lo parezca. El artilugio se llama face slimmer y produce un efecto lifting.

Hay que morderlo durante tres minutos diarios mientras se recitan las vocales, y se consigue un rostro juvenil y libre de arrugas. El invento llega desde Japón.

Tripas de silicona para sentarte en el bus

Si utilizáis el transporte público en hora punta sabréis que pillar un asiento es misión imposible, a no ser que te enzarces en una batalla campal a codazos y empujones con esas señoras que no pueden andar, pero que en cuanto ven un asiento libre rompen la barrera del sonido, de la velocidad que pillan.
Pues los chinos, en este caso las chinas, han encontrado la solución al problema. Lo que está haciendo furor ahora mismo en el país del pirateo, son unas barrigas postizas hechas de silicona para simular un embarazo. De esta forma consigues que te cedan el asiento en el bus y que las señoras que van de paseo se tengan que aguantar y se queden de pie, porque estaría muy feo empujar a una embarazada.
Están disponibles por entre 300 y 700 yuanes (entre 40 y 90 euros, aproximadamente), se venden muy bien, promocionadas en las páginas web e incluso en los medios como una forma de conseguir esos «privilegios» de los que disfrutan las embarazadas, según cuenta el diario Nuevo Pekín.
Pese a este éxito, la existencia de estas tripitas falsas había pasado desapercibida en China hasta esta semana, cuando una mujer de Pekín, de apellido Zhang, apareció en las noticias al ser descubierta in fraganti con uno de estos implantes en el metro de la capital china.
Zhang, que vive en las afueras de Pekín, adquirió este objeto para disfrutar de mayor comodidad en sus largos desplazamientos diarios en metro a su lugar de trabajo, en el centro de la capital.
Pero al parecer, la barriga se movía demasiado durante el trayecto y los pasajeros se dieron cuenta del truco, para ridículo de la falsa embarazada.
Ésta ha llegado incluso a interponer una denuncia por publicidad engañosa, ya que el vientre de silicona no logró dar el pego como prometían los vendedores, pero las autoridades de Pekín no han aceptado a trámite la demanda.
Yo ya tengo una encargada.